PRIMERA PARTE

CRISIS DEL PORFIRIATO

La primera parte de este libro hace alusión hacia la crisis del Porfiriato que desemboca algunas de las causas por las que la Revolución Mexicana estallo.

El gobierno de Díaz se distinguió por tres etapas, en la primera construyó su aparato político teniendo en claro que su objetivo nacional era el orden y el progreso a diferencia de Benito Juárez que era libertad y ley que sin duda se basó en esos objetivos para la represión de sus enemigos. Sin duda durante la primera etapa de su largo régimen Díaz logró una desconocida estabilidad, como lo confirman sus reelecciones que fueron de 1884,1888 y 1892.

La situación mexicana era favorable pues se gozaba de crecimiento económico notable, convirtiéndose México en el único país que combinaba crecimiento económico con gobierno dictatorial que sin duda era muy difícil lograr y más en aquellos tiempos donde el lograr avances significativos era demasiada dificultad. Gracias a ese crecimiento económico las clases sociales tuvieron un gran avance. Este hombre fue el encargado de la reconciliación ideológica nacional al ser tolerante con la iglesia  y la religión católica. Este gran personaje histórico que sin duda se ve como un gran villano significó alguien importante en la historia del país pues aunque no se crea a lo largo de su poder en la presidencia se logro una estabilidad política nunca antes alcanzada.

En la segunda etapa se menciona que se distinguió por el gran avance económico alcanzado gracias a la reducción de los gastos militares y a la renegociación de la deuda externa además de la instalación de instituciones bancarias, vías ferroviarias, de telefonía, entre otras cosas que permitieron inmensas obras de infraestructura que significó un gran avance del país. Sin embargo el gran avance por el que estaba pasando el país no iba a durar para siempre  y fue así que más tarde el périodo de auge decayó con lo que se vieron afectados los aspectos político, económico, social, diplomático y cultural gracias a la división del aparato gubernamental de Díaz, esa crisis trajo consigo problemas internacionales y nacionales  pues las secuelas en la economía nacional fueron de enorme gravedad donde se vieron afectados toda clase de personas seguido de una sequia que provocó reducciones en la producción agrícola; fue entonces que el gobierno de Díaz ya no tuvo ni la capacidad ni flexibilidad para enfrentarlas, pues los intentos resultaron inadecuados.

Sin duda Díaz fue un político útil para integrar al país a finales del siglo XIX, así como para disciplinarlo y darle orden  pero por otra parte no fue adecuado para enfrentar  lo problemas de la modernización del siglo XX.